SOLO FALTA FIRMA DEL ACTA DEFINITIVA DE LOS GOBERNADORES

El 3% faltante de los distritos de Río Ene en Satipo y Pichari en Cusco, se retomará en julio.

Para formalizar el cierre del 97% de la frontera interdepartamental entre Junín y Cusco, que a la fecha se encuentra delimitado técnicamente y gerencialmente, el Gobierno Regional Junín inició la legalización del acta final para terminar de una vez por todas esta problemática que arrastran desde hace 4 décadas.

Así dio a conocer el titular de la Subgerencia de Acondicionamiento Territorial, Percy Rivera Ladera, durante su informe al pleno del Consejo Regional, indicando que “solo faltan la firma del acta definitivo por parte de ambos gobernadores que debe concretizarse en las próximas semanas”.

TRAMO FALTANTE. Explicó que el tramo cerrado (97%) son de 209.7 km. comprende desde la desembocadura de la quebrada Awaru Ccasa sobre el río Quimpiri, hasta el punto tripartito entre las provincias La Convención, Satipo y Atalaya; mientras el tramo pendiente (3%) abarca solo 14.8 km. y comprende los distritos de Río Tambo y Pichari, que se iniciarán los trámites técnicos la primera semana de julio.

Dijo que en este tramo para su delimitación son 17 comunidades entre nativas y colonas que se encuentran en la frontera, entre ellas las comunidades nativas de Paveni, Saturunshitao, Katongo, Kempiri, Shirotieri alta y baja, así como las comunidades colonas de Unión Kinkori, Nuevo Progreso Kempiri, San Jerónimo alta y baja, Nueva Unión Shinkantiriato, Tambo del Ene, Santuario, Yurinaki, Nuevo Amanecer, Puerto Roca y Puerto Ene.

“Hay que formalizar los límites con la firma del acta del 97% para luego pasar a una reunión técnica y definir la manera cómo solucionar el tramo faltante entre los distritos mencionados, a fin de cerrar esta historia que genera malestar para ambos pueblos”, acotó.

DETALLES

En otro momento, Rivera Ladera señaló que se reunió con los pobladores de los centros poblados de Río Ene, Selva de Oro y Valle Esmeralda, quienes mostraron su preocupación por sellar de una vez los límites territoriales, a fin de titular sus tierras y ser objetos de créditos agrarios para mejorar sus condiciones de vida.